martes, 21 de abril de 2020

En un prado


Hoy me sentaría
En un prado solitario,
Lejos del mundanal ruido,
Nada me llevaría
Tan solo esas inmensas
Ganas de vida.
La luna en la noche
Huyendo del letargo del día,
Esperando al alba
Pasando el puente
Allanando la senda
Retomando el camino
Donde el perfume
De las flores nos inunda
En una sinfonía de olores,
Brotando como desde una fuente
Alegrando nuestros corazones
Con todos sus colores.
Suave brisa que nos acaricia la cara,
Al oído nos llega
El canto de los pájaros
Antes de arroparse en sus nidos,
Celestial coro
Bálsamo para el alma.
Cae el agua fresca de una cascada
Cristalina y pura,
Para tonificar cuerpo y mente
Y empezar la mañana,
Olvidando lo que te hace daño.
Nocturnidad apacible,
Los rayos de la luna
Se filtran entre las ramas
Queriendo herir como una espada
Las sombras que la oscuridad
De la noche nos dispensa.
Me sentaría a esperar
Bajo su protección
En una cama de helechos
Respirando la calma
Buscando la paz que un día
Perdí en una encrucijada.
Bajo esa llena luna,
Reflejando sus matices
Entre negros y grises
Esculpiendo mis letras
En una nueva esperanza
En cada nuevo amanecer
Sentado estaré
Sintiendo la fresca brisa
Para contigo reencontrarme.

SILVER ©

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