martes, 5 de julio de 2022

Los viejos del lugar

 

Se dispersan los luminosos rayos

Del sol ya en su ocaso,

Se rompe la quietud del día

Con el vuelo de los pájaros

Buscando sus frescos nidos

En lo alto de los árboles.

Se propicia una tarde lánguida

Entre los olivos de la dehesa

Buscando su sombra

Abrazando dulcemente el tiempo,

Sombra que ocupa un viejo labriego

Para secar el sudor de su frente,

Acariciando su garganta

Con la fresca agua en su botijo

De un cercano riachuelo.

En sus calles casi desiertas,

Sentados en el portal de sus casas

Bajo esa sombra que les cobija,

El sol avergonzado se esconde

Para dar paso al frescor de la tarde

Con la brisa que recorre el pueblo

Blanco entre el verde

De la andaluza sierra,

Los ancianos del lugar

Cuentan sus viejas historias

Repetidas mil veces

En la pendiente de sus vidas.

Su vejez no es presagio de tristezas,

Nos regalan todas sus vidas

Sus momentos vividos,

Aún en sus callosas manos

Conservan la dulzura

De esas miradas que tanto contemplaron

Con el alma de un niño.

No han vivido en vano,

Sus semblantes no han perdido 

La pasión de la juventud pérdida

De lo que no han vivido

Lo vivirán en sus hijos.

A veces silenciosos y taciturnos,

Sus pensamientos hacia los que

Tiempo hace partieron,

La respuesta de sus silencios

Se van dislumbrando en sus ojos

Esos sueños que no se realizaron

Tras sus sonrisas escondidos,

Por la entrega a sus seres queridos.

La fuerza de sus manos se acaba

Pero aún se levantan con orgullo

Con su agradable semblante

Con una vida mejor soñaron.

Se entregaron al trabajo,

Hoy sentados en las puertas 

De sus frescas casas,

Las sillas raídas por el tiempo,

Tendrán siempre el afecto

De los jóvenes que se quedaron 

En su blanco y viejo pueblo 

De su siempre Andalucia 

Amada y eterna.


SILVER ©



No hay comentarios:

Publicar un comentario