En los confines del alba,
Donde el alma clarea
Y el corazón se calma,
Donde el cielo asoma,
Aunque el amor se parta,
Donde un te quiero
Se da sin requiebros,
Donde el amor se entrega
Sin más demora.
¡Ahí, solo ahí, estaré yo!
Donde la luna llena
Mueve la marea,
Se nutren de los sueños
Donde aman los poetas,
Donde las estrellas tintineante
Pidiendo un deseo,
Las hadas traviesas
Se esconden para que no las veas,
Donde por los caminos
Del bosque los duendecillos juegan,
Donde tu corazón herido se cierra,
¡Ahí, solo ahí, siempre estaré yo!
Aunque haga frío
Tanto fuera como dentro,
Se hiele la sangre
Se desangren los sentimientos,
Ese zarpazo en la noche,
Esa sed insatisfecha,
El efímero momento,
Ese cansancio en el crepúsculo
Que del alma se adueña,
¡Ahí estaré yo!
Aunque sea difícil el olvido
Aún cuando las sombras
Se ciernen en tu entorno,
Pese el viento, pese el tiempo
Rompiendo la fragilidad de la luz,
Duela el pecho,
Duela el silencio
Como loza mortuoria
En noches frías,
Reine la voz trémula del miedo
Con el corazón como una pasa seca.
¡Ahí siempre estaré yo!
Y venza la melancolía
Cuando se ausente
Ese mundo que una vez creamos,
Ese invierno próximo
Asomando entre los páramos,
No habrá olvido,
Se apague la luna
Y el sol ya no nos alumbre,
Tiemble la brisa
O quede mudo el viento,
Aunque tristes sean las palabras
Que mi pluma escriba,
Sin que haya horizonte
Que consuele el latido
De tu corazón triste,
Para devolver de nuevo
Los destellos luminosos
En las pupilas de tus ojos,
¡Ahí solo ahi, estaré yo!
SILVER ©
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