¿Que podría escribir,
Que podría decir que la defina?
Es luz que expande sus ojos
Extendiéndose por sus cabellos
Cegando mis pupilas,
Empapándome de su energía
Escuchando el silencio
Entre las voces de los siglos
Irradiando la vitalidad de su cuerpo.
Desnuda mi alma
Cuando rozas con tus labios
La mano de quién escribe
Tejiendo palabras que inspiras
Al abrigo de los deseos.
Eres jardín, flor que brota
De las tierras fecundas
Sensible y atemporal
Cuya magia se extiende
Desde tu esencia a manos llenas
Dando a la esperanza vida.
Eres palabras que llueven desde el cielo
Cómo lágrimas que empapan
Y endulzan mi alma marchita,
Ese rincón tierno y ameno,
Isla que has descubierto.
Frágil como el cristal,
Dura como el acero,
Diamantes en tu corazón,
Mar que se derrama en tu sonrisa
Y al suspirar evocas la brisa,
En ese cercano horizonte
Cuando el sol se esconde.
Quizás sea por mi poesía
O por la fugaz estrella
Que el cielo cruza,
O por la sutil prosa que por ella
Escribo cada día
Que sus ojos brillan
Y evocan sonrisas,
Y el destino se acordó de nosotros,
La vida nos invitó a café,
Y el sabor de tu nombre
Se diluye en mi boca
Cómo azúcar, cómo miel
A cada sorbo que tus labios
Me ofrecen en la noche,
Al salir la luna,
En cada amanecer.
SILVER©
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