En esta noche que languidece
Caen las estrellas
Despidiéndose de los coloridos
Días que se fueron
Y sus atardeceres lloran
Por ese luminoso verano
Ya perdido entre brumas,
Que regalaban momentos,
Se fueron hace tanto tiempo
Sin un adiós, sin un hasta luego.
Evoco mis versos en estas líneas
Que bien sabes que por siempre
Escribo cada tarde
A esa luna plateada
Que cada noche florece
Cómo las flores en primavera,
Cuando el sol se escapaba
Por el horizonte después
De dorar tu cuerpo,
Es este secreto que mi alma guarda
Que una vez jugó con tu mirada,
Soñando cada noche
Con esa pureza cristalina
De un alma que escribe
Entre el tintineo de las estrellas
Y dentro una rosa florecía.
En esta oscuridad que sustenta la noche
Vuela mi abrazo mudo,
Caen las hojas de los árboles,
Cómo lágrimas del cielo
Se desprenden las estrellas.
El viento empuja mi abrazo
Para que te llegue presto,
No sé qué soy, poeta
O un simple contador de cuentos,
Lo único que sé que sueño
Pasando las hojas de mi cuaderno
En cada nueva hoja
Voy escribiendo mis versos
Pintando el crepúsculo en el firmamento.
Porque no son palabras vanas,
Es mi prosa hecha sentimientos
Y mientras mi pluma
Siga mojando en el tintero de mi pecho,
Que cada noche a estas horas,
A Dios pongo por testigo
Que seguiré sin desfallecer
Cada noche escribiendo
Hasta las altas horas de la noche
O cuando se rompan
Las incipientes madrugadas,
En esa habitación cerrada
Que guarda mis pensamientos.
Plasmo de nuevo en mi cuaderno
A la tenue luz de las velas
Que alumbra cada verso,
Cómo manifiesto, en ese mágico
Influjo que la luna en lo alto,
Sin el límite del cielo,
Esparce antes de que llegue el alba,
Toma mi mano y la empuja
Para seguir escribiendo
Lo que mi alma guarda.
SILVER©
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