Late de nuevo la noche
En esa quietud que me inspira
Silencios y ternura
Mientras el aire quieto queda
Y la oscuridad se adueña,
Sorprendiéndome cuando caminaba
Por esa larga avenida
Recreando tu imagen
De nuestro último encuentro.
Y ese silencio cuando la noche
Se va enroscando en tu ausencia,
Sombras que se alargan
Por la tímida luz de las farolas,
Esperando escuchar tus pasos
En los adoquines de mi calle
Mientras empequeñece la luna
Y los pájaros mudos ya duermen.
La noche crece;
Transcurren las horas
A pesar del silencio de los versos.
¿Donde se fueron?
Comparto mis sueños
Con las gotas del rocío de la mañana,
Mi boca seca de palabras,
Oculto mi mirada al universo,
Con los ojos cerrados, prietos,
Quedan rotas las pisadas
Quemadas en el altar del tiempo.
Se encienden las estrellas
En filamentos de claridad,
Se transforman los silencios
Esculpiendo el cielo
Mientras para ti escribo
En la noche a pesar
De ese vagar sin rumbo
De la luna, mi dama.
Las luces se van apagando,
La oscuridad se hace patente
Y yo cada noche
Con mis letras te beso
En ese viaje que hago
Desde tu boca a tus senos.
Expresión clara de los deseos,
En silencio, con los brazos abiertos,
En el dolor de la ausencia
Envuelta en la bruma de los sueños,
Noches de suspiros
En la suave y dulce agonía
De los días que se escapan
En ese mundo nuestro,
Tanto tuyo cómo mio,
Que gira en el sentido de la vida
Al compás de una melodía
Cómo banda sonora
Que suena todos los días.
SILVER©
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