He vivido tantas guerras,
No de esas donde hay muertos,
Son las que se libran dentro
Aún con el corazón incierto
Cómo ave que vuela sin rumbo
Alma que vuela sin dueño,
Esas guerras que roba la esperanza
Que quitan belleza a los momentos
Abriéndose al azul del cielo.
Son tus ojos niña
En la profundidad de la noche,
Ese reflejo que como la luna
En la oscuridad lucen,
Tu que te pareces al viento,
Tu profundo y tangible pecho
Quienes me regalan la vida
Auxiliandome en los instantes
De esa guerra que se libra dentro.
Se nubla de súbito el cielo
Que se fuga con la intención del trueno,
Rompe ese mustio silencio,
Y te siento cerca, muy cerca,
En esa impenetrable esencia
Que silenciosa ahonda
En ese mar inmenso.
Me asomo a la vida de nuevo
Tras los velos del alba
Espero detrás de la ventana
Con un deseo que se escapa,
Ven conmigo al mar niña!
Nos bañaremos desnudos en las playas
De ese mar de nuestros sueños,
Construiremos nuestro barco pirata,
En lo alto del mástil
La negra bandera de los anhelos
Para recobrar poco a poco la vida
Y navegar por el mundo entero.
En esa inmensidad que alumbras luna
Entre los arrullos de los delfines
Que felices con las ninfas juegan,
El viento apacible hincha las velas
En un navegar sereno,
Hacia el alta mar
Con rumbo al poniente
Para que la luna nos abrace.
Tenemos ese ramillete de ilusiones
Que anidaron en nuestras almas,
Nos enseñan a vivir
En esos secretos placeres
Que nos regala la vida,
Viento en popa,
Se rompen las olas en la madera
Avanzado la quilla,
Una estela blanca va dejando
Cómo arando el mar
Alejándose las malas experiencias,
Diligente atrás, otras vidas,
Vislumbrando más allá
Una línea azul brillante
En ese inmenso horizonte,
Un rayo de luz se escapa
De entre las nubes
Indicando un puerto donde
Nuestro barco pueda fondear.
SILVER©
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