lunes, 19 de octubre de 2020

Frío otoño

 

Alzo los ojos hacia el cielo

Mientras se va oscureciendo la tarde,

Más allá de la humedad

Que cae sobre los adoquines

Y moja mi frente

Mientras camino por esas largas calles,

Mis brazos caídos, laxos,

La celeste bóveda oscurece.

Huelo a musgo, a mojada tierra,

A las hojas que alfombran las aceras,

Es el otoño que con su aullido

A golpes de frío y agua

Se adueña inexorable de nuestras vidas.

Contemplo esas calles

De transeúntes vacias

Sin calor en esta tarde gris,

Y, mientras se escapa mi mente

Caminando sobre ese parterre

De miles de hojas amarillas y ocres,

Se marchitan las flores

Y se marchitan las ganas.

Esa luna escondida

Que como los más preciados tesoros

Guardo en el cofre de mi pecho

Que con su luz de plata

Da calor a este otoño

Cuando luce en el firmamento.

Emergiendo los recuerdos escondidos,

En ese rincón donde guardo

Tus más tiernas sonrisas,

Asomará el alba en el horizonte,

La luna brillante y timida 

Nos regala su presencia

Alumbrando tus cabellos,

Traspasando las nubes 

Con sus inmortales rayos

Invocando a Endimion

Cuando abandona su lecho,

Amo la noche porque precede

Un nuevo amanecer,

Cómo el poeta precede a su poesía

Esperando a ser escrita

Cuando los duendes y las hadas

Cada noche juegan con la luna.

SILVER©

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