domingo, 4 de octubre de 2020

Unas manos

 

Nunca unas manos pudieron

Acariciar un corazón

Con tanta dulzura,

Dejando un hueco en el pecho

Tan grande como el universo,

Y es en este manifiesto

Que con mi mano escribo

Cómo un susurro que expreso

Sin nombrar por quien late

Ese corazón maltrecho.

Nunca una mirada expresó

Tantos sentimientos guardados

Que estallan en humilde prosa

Donde se asoma la luna

Vestida de persistentes instantes

Dando eternidad a la noche

En sus últimos momentos.

Danzan las campanas al viento

En esa alborada que ofrece

Desde lo alto sus primeros besos,

Que pacientemente espera en silencio

Invocando los suspiros

Entre ese corazón y el tuyo,

Hablando con voz interna

Confesándose sin palabras

Lo que los ojos expresan.

Ofrecele tu mano;

Te acercará al infinito

Murmullo de ese inmenso mar

Que vacío quedó con tu ausencia,

Te ofrece su pecho cálido

Que nació y vive en tu abrazo,

Cuando sus aguas claras

Moja con gotas como perlas

Tu suave y dorada piel.

Nunca unas manos pudieron 

Acariciar un corazón

Con tanta dulzura,

En estos versos locos

De fuego y luz,

De mañanas esperadas

Confundiéndose los cuerpos

Cuando nace el alba,

Cuando las manos hablan

Y el grito de los besos,

Desesperadas callan las palabras

Antes de escribirlas en el cuaderno

Donde se plasma la misma vida.

Ecos de un alma que renace

En los pensamientos que causa

La tarde como tempestad

Haciendo que Bailén

Con una sinfonía las letras,

Que sueña en cada latido

De ese corazón antes marchito.


SILVER,©

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