viernes, 29 de noviembre de 2019

Cuando la luz se escapa


Luce el sol tras los cristales
Empapados por el frío otoño,
Se va cayendo majestuoso
Esperando el nocturno letargo,
Me voy despejando del bienestar
De ese refugio de mi habitación
Quitándome el sopor de los ojos
Que somnoliento me impiden
Ver la luz del atardecer.
Otro día que se va, otro más,
Esperando una nueva oportunidad
Que me de la noche
Aunque azul del cielo
Luzca mientras el sol se esconde,
Quizás sea la soledad
Que oprime mi alma
Presagiando un duro invierno.
Los seres mágicos de la noche
Que habitan entre las ramas de los árboles
Revolotean madrugadores
Y a los lejos se oye el primer canto
De los búhos en una rama de su árbol,
En esa quietud plácida
Que nos depara la noche,
Me dejo llevar por esa atracción
De lo que de verdad se ama,
Regresando en forma de canción,
De luna, de silencio,
Y el canto del mirlo
Me trae el recuerdo de las palabras
Que mis oídos no han oído
Dichas por tu boca a susurros.
Se hace la noche oscura,
Pasearé mirando las estrellas,
La luna me alumbrará
Y el sonido de tu risa
Me acompañará mientras camino.
Y entonces tú cuerpo
Se hizo verbo, el verbo besos,
Los besos, fresas en flor,
Cubiertas de la humedad
Incipiente de la fría noche,
Dulzura y pasión de una boca
En todo su señorío,
Ojos que me turban
Altivos y con tronío
Labios floridos de carmesí
En su esplendor, traviesos,
Mi condenación...
Cómo tributo al amor.
Cuerpo moreno,
Pechos que me desafían,
En mi piel impregnado
Sutil y perfumado,
Morirme quisiera
Besándote con mi último aliento.

SILVER ©

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