martes, 19 de noviembre de 2019

Que el amor me salve


Que me salve el amor
De esa vida no vivida
Que me salve de la oscuridad,
De esa flor seca que en mi anida
Sin brotar ese poema
Que duerme en mi interior.
Que me salve de esos fantasmas
Que me acechan en silencio,
De mis propios pensamientos
Que confunden mi mente
Sin saber de mis sueños
Empujando mis manos
A escribir eternamente,
Sin que lleguen mis palabras
A derramarse en tus adentros.
Que me salve de mi mismo,
De lo que me hizo temeroso y débil,
De esas miradas que agitan
Inagotables emociones
En lid con la blanca luna
Cuando inunda con su luz la noche,
De ese llanto escondido
Vulnerando mi pecho
Escondiendo los nostálgicos instantes,
De ese espectro altanero
Que construye una tempestad
En el interior de mi pecho.
Que me salve de la apatía,
De esos mugrientos caminos
Donde se ocultan las sombras
Oscuras observando mis pasos,
De tus ausencias, de mis anhelos frustrados,
De los recuerdos como llagas
Que de mi propia imperfección brotan.
Que me salve de esas mañanas
Vestidas de oscuridad,
De esos corazones cerrados
Fríos, de las sombras
De los malos sueños,
De los relojes que desconciertan
De la lágrimas derramadas
De un niño hambriento.
Que me salve de esas almas
Encerradas en sus propias jaulas,
De mi propia locura
Que descalza y sin ruido
Se filtra en mis adentros,
De los tediosos y tristes días
Y de una muerte sin vida.

SILVER ©

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