jueves, 28 de noviembre de 2019

Quizás sea


Desperté con sensación de frío
Cuando nacía la madrugada,
Quizás sea la falta de calor
De que no esté un cuerpo
Junto al mío,
De esa mano apoyada en mi pecho
Dando calor a mi corazón.
Quizás sea la soledad
Que había tenido hasta ese día,
Quizás sea fiebre
Que el frío de la noche no disipa,
Quizás sea todo eso, quizás;
Pero ese frío siento,
Quizás sea, porque
Mi cama está vacía.
Esas hojas que cubre la tierra
Cómo alfombra del color del otoño,
Oyendo las palabras silenciosas
Cuando la brisa acaricia mi cara,
Quizás porque oigo los silencios
Que me llegan al alma,
Quizás porque oigo las noches
Oscuras y sin miedos.
Quizás sea que de los días cambiantes
Se va adueñando el invierno,
Y con este frío que se impone
Apetece quedarse entre las sábanas,
Pero falta tu tibio cuerpo,
Tu corazón ardiente
Y mis ojos somnolientos
Vean la belleza de tu alma
Olvidándome del tiempo.
Quizás sea que cuando sonríes
Se abren la puerta del cielo
E iluminando estos ojos
Ya viejos y cansados
De ver tantas almas
Que se van marchitando.
Quizás sea porque sin ti
No pueda ver el azul
Oscuro del firmamento
Y esos puntitos de luz
Donde se acunan los sueños,
Antes de que se me cierren los ojos
En ese último suspiro me dormiré
Deseando que al alba
Tu sonrisa me devuelva a la vida.
Quizás sea que cuando
El crepúsculo da paso a la noche
Cubriéndolo de estrellas
Cuando tú las miras,
Y yo les quitaré el velo
De nubes blancas
Para que tú las contemples
Con la profundidad de tus ojos,
En tu misma mirada,
Y, de tus pestañas tienen celos
La mágica noche estrellada.
Quizás sea que tendiendo
Su manto la luna traviesa
Esconde su mirada.
Lentamente bajo el agua,
Sintiéndose avergonzada,
De esconder tus ojos de embrujo,
Y esperando al amanecer
En bendita calma
Soñando la alborada.
Quizás sea que tiene la luna,
La noche y sus mañanas,
Quizás sea que la vida
Me regala la luz de tus ojos,
La dulzura de tus miradas.

SILVER ©

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