jueves, 14 de noviembre de 2019

No importa


No imparta 
Si la noche anda suelta
Navegando por esos cielos
En el insomnio cuando miro la luna
Que como musa guía mis manos,
Anda suelta mi inspiración
Hallándo en el tiempo
La magia de tu imagen
Que como la brisa recorre
Los latidos en mi pecho.
No soy poeta que escribe,
Eres tú quien se refleja
En todas mis letras,
O es el papel que absorbe
Cada sentimiento,
Esas voces calladas de la noche
Que rompen el silencio
Cuando te escribo.
No importa
Si requiero esos instantes
En el letargo de la oscuridad,
Esas pocas letras
Que componen tu nombre,
Ese lienzo en blanco
Que espera una mano
Sublime para ser pintado,
Requiero esos momentos
Que antes me fueron regalados.
Brillas en mi luna,
Ese reflejo plateado
Que se filtra en mis cansados ojos
Con tu sonrisa blanca y eterna
Que estremece mis cimientos,
Ternura en tus manos,
Risas en estas horas nocturnas
Que me trae el viento,
Pongo mi corazón y mi alma
En cada letra que forma mi poesía,
Cómo las notas claras
De una alegre melodía.
No importa el otoño
Aunque luzca el sol dorado
En el azul del cielo,
Y acabe llorando
Cómo lluvia en los campos.
No importa esa lluvia
Sin el poeta doliente,
O la cosecha verde,
Brotes de amor
De un corazón caliente.
No importan tus ojos
Sin poemas que broten
De un alma en libertad,
Seduciendo la noche,
En un beso largo y profundo,
Junto a una hoguera
Crepitando con humildad.
No importa tu boca,
Sin labios que la besen,
Roja y jugosa fresa,
De sutil tacto
Cómo pétalos de rosa.
No importan tus manos
Piel de seda,
Que acaricia suave
La piedra en su camino
Hacia el mar, el agua.
Nada importa,
Si eres fruta prohibida
Nostalgia de un beso
Que arranca mi suspiro,
Deteniendo la primavera
Que llevo dentro.

SILVER ©

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