Mar en calma;
El sol se dirige hacia su lecho
En el fondo marino
Esperando cruzarse
Con su blanca luna,
Momentos interminables
Deseando contemplar
La luz plateada de su faz
Tranquila y sosegada.
El mar cómplice,
Todo es quietud
Y las sirenas cantan
La dulce melodía de una nana,
Para acunar entre las algas,
Que como lecho el astro
Se recuesta esperando
A su eterna amada.
Hoy no levaré anclas,
Permitiré que el mar
En calma me mezca
Mientras contemplo
Como el sol lo colorea
Allá en el mismo horizonte,
Una fresca brisa acaricia
Mi piel, eriza el vello
De mis brazos mientras las nubes
Rompen en brillantes colores.
Noche placida, noche para soñar
Con esos cantos de sirenas
Que para dormirme entonan,
Cada noche alumbradas
Con los reflejos plateados
De la luna sobre las aguas.
Todo es quietud;
Tintinean las estrellas
Que diminutas se reflejan
En tus negras pupilas
Llenándolas de amor y vida,
La oscuridad se cierne
En torno a su playa
Alumbrada tímidamente
Por unas viejas farolas
Recortando en las arena
Las sombras de nuestros
Abrazados cuerpos.
SILVER©
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