Una luna, dos miradas

 

Una luna, dos miradas

Que convergen en su faz plateada

Cuando se alza en la noche

Sin encontrar las palabras

Que penetren en el alma,

Y deteniendo el tiempo

Te dedique la emoción 

Que cuando te veo me embarga,

Pensamientos que vuelan

Mientras te contemplo

Para que des luz a las sombras

Y disipen de mi vida 

Las temidas tinieblas,

Lámpara celestial 

Que en lo alto todo ilumina,

Faro encendido en la noche

Para que guíe mi vida.

Me pierdo entre los arrecifes

Cuando las nubes oscurecen

Y te cubren con su vaporoso manto,

Me siento como un niño

En tu ausencia durante el día,

Es melodía diferente, mágica,

Que los faunos en la noche

Con sus flautas ofrecen

Mientras bailan las hadas

Entre las flores del bosque,

Contemplandote luna.

Derramas vida con tus rayos,

Cómo colada de un volcán

Creando hilos que me unen a ti,

Elaborando un tejido

Que con el sol tejes

De oro y plata entre las nubes,

Luz creadora de fantasías

Que me inspira al pensarte,

Por mi boca no expreso sentimientos

Pero me delatan mis letras,

Luna, fuente de inspiración,

Callar debo lo que deseo

Gritar a los vientos,

Puedo detener la palabra,

No mis dedos que libres

Escriben lo que siento,

Una luna, unos ojos

Que a lo lejos miran,

Te contemplan extasiados

Cómo deidad suprema

Dueña de mi corazón 

Y de la oscura noche

Esparciendo fulgores

Antes de la alborada,

Y cuando amanece

Con el sol te cruzas

Y con una leve y suave caricia

Triste te despides 

Con un hasta un nuevo ocaso

Allá, en el mismo horizonte,

Luna, siempre tu,

Siempre mi luna.

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